La imagen y el sonido (de militantes fascistas y nostálgicos levantando el brazo en perfecta sincronización y gritando “presente” al unísono) fue como un viaje en el tiempo para la mayoría de los italianos. Desde el ascenso del fascismo al poder, este tipo de concentración todavía se encuentra hoy. No es nada nuevo. La celebración de este domingo, en la que se registró la estupidez de tres militantes del posfascista Movimiento Social Italiano (MSI) cumplida 47 años a mano por un equipo de extrema izquierda, se celebra cada año. Y no, es un hecho aislado. Esta edición, sin embargo, que estuvo precedida de una conmemoración oficial, ha apaciguado el enfado de la oposición, que dio más explicaciones a la primera ministra, Giorgia Meloni.
La concentración se realiza cada año frente a la sede del MSI, el lugar donde los tres jóvenes fueron asesinados con conocimiento de la masacre de Acca Larentia (por la calle donde se encuentra el edificio). Pero la noticia -también por la claridad del vídeo- es que el MSI es también el partido de Hermanos de Italia, el grupo que preside Meloni, que ocupa el Palazzo Chigi y que aún conserva en su logo varios elementos de esa época.
El MSI, fundado por el fascista Giorgio Almirante en 1946, se transformó en Alianza Nazionale, su versión más democrática de la mano de Gianfranco Fini en 1995. Tras su disolución, algunos militantes fundaron Hermanos de Italia con una visión actual y renovada de sus postulados. Pero este partido siempre ha tenido dificultades para explicar el pasado: su presidente del Senado y fundador de la formación, Ignazio Benito La Russa, tiene un busto de Mussolini en su casa. Y siempre ha reivindicado la memoria de aquellos militantes de Asesini. Meloni, en particular, se ha hecho un nombre por esta causa.
El Consejo, presidido por el socialista Roberto Gualtieri, había decidido este año participar en la conmemoración del nacimiento de esos tres militantes del Frente Juvenil (las juventudes del MSI) como un acto cívico, como una forma de desideologizarlo. Estuvo el dirigente cultural, Miguel Gotor, quien estuvo acompañado por el presidente de la región y miembro de Hermanos de Italia, Francesco Rocca. El acto oficial se produjo antes de lo ocurrido después del millar de fascistas.
Víctimas de los años de Plomo
El gobernador fue acusado de mejorar la concentración en la retaguardia, pero abordó el incidente asegurando que los saludos no se produjeron durante esa celebración oficial, para la cual «el único propósito era recordar a las tres víctimas de los años del Plomo», dijo en alusión. Las décadas transcurridas en los ochenta han estado marcadas por numerosas intenciones políticas en el país. “Estábamos felices de tener romanos sanos, no teníamos miedo de estigmatizarlos y distanciarnos de ellos. Acusarme de haber dado protección institucional a reuniones fascistas es difamatorio”, añadió.
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La Constitución prohíbe hacer apología del fascismo y la oposición casi completa ha criticado duramente los saludos de memoria fascistas. “Roma, 7 de enero de 2024. Parece 1924. Presentaremos una pregunta al ministro (Matteo) Piantedosi. El evento no es aceptable. Las organizaciones neofascistas deben ser disueltas, como dice la Constitución”, denunció la líder de la oposición y del socialdemócrata Partido Demócrata (PD), Elly Schlein. También alzaron la voz el principal senador de Italia Viva y el ex primer ministro Matteo Renzi. “Meloni entrará en un post y otro sobre Chiara Ferragni [una influencer con la que ha polemizado recientemente la primera ministra] ¿Decidir que es algo ambiguo? Nosotros lo esperamos”.
Cada vez que ocurre un acto de esta naturaleza, la oposición apunta hacia el partido de Meloni. Su matriz posfascista hoy no tiene nada de qué preocuparse y se vio obligado en varias ocasiones a condenar actos de este tipo entre los nostálgicos del fascismo en Italia y en su gobierno para liberarse de esta marca. Hasta hace poco más de un año, las vaguedades o excusas de miembros de su partido para alejarse de esa época eran irrelevantes. Ahora, cuando ocupan la mayoría de cargos del Ejecutivo, el supuesto adopta otras temáticas. Precisamente, uno de los vicepresidentes del Gobierno, Antonio Tajani (Forza Italia), dejó claro el supuesto. “Somos una fuerza que no es fascista, somos antifascistas. Quienes tengan conductas similares de este tipo deben ser condenados por todos, ya que deben seguir las acciones de la ley. La ley contempla que en nuestro país no se puede hacer ninguna apología del fascismo”.
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